IXIMCHE: PRIMERA CAPITAL DE GUATEMALA.
Después de degustar de un delicioso desayuno a las 7:30 am en el restaurante EL PEDREGAL nos dirigimos a conocer las ruinas de Iximché.
Iximché fue la capital de los Cachiqueles fundada alrededor de 1, 470 por los gobernantes Juntoh y Vukubatz. Su nombre viene de las voces IXIM: MAIZ y CHEÉ: ÁRBOL, por lo que se puede interpretar como: “lugar de maizales”. En abril de 1524, llegaron los españoles al mando de Pedro de Alvarado, y tomaron la ciudad, fundando la primera capital de Guatemala desde el 25 de julio de 1524, hasta el 7 de febrero de 1526. El corto periodo como capital del país, se explica por la rebelión de los kaqchiqueles, quienes habían abandonado la ciudad por las exigencias de tributar con oro y los malos tratos por parte de los españoles. Como represalia, Pedro de Alvarado mandó quemar la ciudad.
Iximché se compone de 6 plazas. Según se ha revelado, todas las estructuras de Iximché, fueron hechas de adobe o piedra pómez, mortero de cal, arcilla y arena. En las Plazas A y C, se conservan dos canchas para el juego de pelota maya, lo que hace presumir que, en las mismas habitaban los dos señores principales. Al recorrer las plazas y llegar al fondo en línea recta, se podrá encontrar a pobladores realizando varios ritos religiosos en horarios de 8:30 am a 4:30 pm.
MERCADO TECPAN
Al llegar al mercado de Tecpán lo primero que observé fue una linda Iglesia ubicada en el centro del parque, a un costado del mercado. Realmente la iglesia católica me impactó ya que es enorme con lindas estructuras tanto en los alrededores como en el techo. Observé a algunas personas rezando y otros como nosotros únicamente observando tan bella arte.
Al salir de la iglesia me dirigí al mercado central. Al entrar empecé a observar a miles de comerciantes y vendedores ofreciéndonos de todo para comprar. Realmente me di cuenta que ahí se encuentra de todo y a precios bastante razonables. Sentí un poco desordenado el mercado y con olores extraños pero al mismo tiempo consideré bastante surtido y amplio el lugar.
Me acerque a una mujer indígena en un puesto de venta. Al observarlo me di cuenta que vendía todo tipo de utensilios para belleza como también para la higiene. Por cierto le compre unos ganchos y colas para el pelo.
Su nombre es Juana de 22 años de edad. Platicando con ella me contó que reside en Tecpán por lo que llega caminando a su puesto de trabajo ya que vive cerca del mercado (alrededor de 4 cuadras). Para guardar su mercancía alquila un espacio de un cuarto diariamente. Vende todos los días con su hermano mayor y se turnan para estar allí en horario de 7 am a 5 pm.
Me comentó que viven solos ya que su padre trabaja actualmente en la capital por lo que Juana y su hermano trabajan en el puesto para poder dar de comer a sus dos hermanos menores quien los cuida su madre.
Me contó que cada 15 días van a la capital a comprar producto gastando aproximadamente mil quetzales cada vez que van. Hablando sobre la criminalidad me comentó que siente que Tecpán es bastante más tranquilo que la capital y se sienten seguros pero me comento que cada vez que van a comprar producto con su hermano a Guatemala van con mucho cuidado y un poco apenados de los asaltos y robos que saben que se dan diariamente. Le pregunté que si en Tecpán detectaban a un ladrón que hacían y me dijo que lo agarraban entre todos. Confían más en la policía que en el ejército pues la policía está rondando el pueblo constantemente.
En cuanto a los precios considera que si han aumentado y lo ha sentido en las compras que realizan para su negocio. Sobre el regateo me comenta que la gente que les compra siempre les quiere dar menos que el precio que ofrecen y ellos bajan un poco pero saben hasta cuanto pueden bajar para no perder y cuando ellos van a comprar producto no pueden regatear pues les indican que ya son precios fijos, precios de almacén por lo que compran así y ellos tratan de ganarle a las cosas que venden por lo menos un quetzal o hasta cinco máximo para obtener ganancias.
Ella se identifica como indígena y no le molesta decirlo pues ese es su origen, y consultándole sobre los nombres con los que a veces identifican a los indígenas como INDIOS me comenté que piensa que no es una forma correcta de llamarles y no les gusta.
Sobre las palabras como “cholero, shumo, muco y naco” considera que son apodos feos y que lo dicen los jóvenes mal hablados.
En cuanto a su religión ella es evangélica y se turnan con su hermano para ir a la iglesia los domingos y los servicios entre semana. Considera que tanto las mujeres como los hombres deben estudiar para ambos superarse.
Me comentó también que en el mercado manda el administrador y hay un comité de vendedores.
Ella tiene el espacio para vender pues su padre lo ha conservado desde hace muchos años atrás ya que de lo contrario hoy por hoy es difícil conseguir un espacio en el mercado para vender.
En el mercado es posible que manden más las mujeres que los hombres ya que son ellas las que predominan vendiendo.
Al terminar de platicar con Juana me dirigí a conocer un poco más de las ventas alternas a la de ella para seguir entendiendo la dinámica del mercado.
SUMPANGO
Después de tan agradable visita almorzamos con los integrantes de mi grupo en el restaurante Café Paulinos degustando la carne tan famosa de dicha región. A partir de las dos de la tarde emprendimos viaje para Sumpango demorándonos alrededor de una hora y media por el tráfico que se generó. Dejamos en carro parqueado en la carretera y recorrimos a pie el pueblo hasta llegar al evento de los barriletes.
Me impactó ver el tamaño de los barriletes de dicho lugar pues nunca había vista tantos barriletes juntos de tamaño y la altura que tenían. Observe por mucho tiempo la dinámica y entendí que los barriletes del fondo únicamente eran de adorno para que los pudiera apreciar el público y más adelante era el gran evento de volarlos. La mayoría de los barriletes tenían mensajes de amor, familia, paz, progreso entre otros, siendo significados con valores profundos. Los colores me impactaron pues eran muy llamativos y coloridos que hacían ver barriletes muy bonitos.
Platicando con un señor que hizo un barrilete gigante con su familia nos comentó que la dinámica empieza alrededor de seis meses antes pues ahí se ve quienes van a participar y se ponen de acuerdo para ver el diseño, colores y sobre todo el mensaje que desean transmitir. Después de esto ya más cerca del evento se compra todo el material y se empieza a dibujar el diseño. Comentó que ya la construida del barrilete les toma alrededor de un día y medio para ya después quedar expuesto con la ayuda de toda su familia. Todos colaboran con lo que puedan aportar para poder hacer el barrilete y los costos pueden ser de alrededor de tres mil a cinco mil quetzales pero comentó que por el trabajo y la dedicación que lleva era difícil determinar un precio pero consideraba que podría llegar hasta los setenta y cinco mil quetzales.
Existe apoyo de la alcaldía y hay un comité de organización para dicho evento. De hecho a todo barrilete que sea elevado y el que gane por los mejores diseños ganan premios en efectivo.
Al terminar de platicar con el señor nos quedamos observando cómo lograron elevar tan solo dos barriletes pues muchos de ellos no se elevaron por falta de viento. Al terminar de observar nos retiramos para dirigirnos de regreso a Guatemala.
Me gusto mucho la vista que realizamos pues una vez más pude visualizar como se viven las tradiciones en mi país y los lugares tan lindos que tiene que muchas veces no los apreciamos como se debiera.
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